Barranco del Llech

Barranco del Llech, en la Catalunya Nord

Sin lugar a dudas, el barranquismo es uno de los deportes de aventura por excelencia, y si encima podemos practicar el descenso de cañones en un entorno como es el del barranco del Llech, la actividad se vuelve aún más interesante, es por eso, que año tras año, intentamos no faltar a nuestra cita al descenso del barranco de las Gorgas del Llech que es sin duda alguna el barranco más divertido que existe cerca de Barcelona.

También está claro que hablamos y hablamos, y pensamos sobre la posibilidad de combinar el Llech con otros barrancos bonitos en la zona, barrancos que no hemos hecho y que tienen también bastante fama.

Aprovechar el viaje en coche para acercarnos a la Catalunya Nord y combinar el inolvidable barranco del Llech con otros de sus interesantes barrancos vecinos es una genial idea si disponemos de más de un día.

El barranco del Llech, para resumirlo de alguna forma, es un auténtico parque acuático en pleno medio natural !

Reseña del barranco del Llech

No hay duda, las Gorgas del Llech representan el barranco más divertido que conocemos, y procuramos acercarnos al menos una vez al año, en él encontraremos de todo y habrá que usar todas las técnicas del descenso de barrancos, pero de todas, la técnica de rápel va a ser la que menos vamos a utilizar, pues estamos ante uno de los barrancos más divertidos del Pirineo !

El barranco comienza con un salto delicado en que hay que impulsarse adelante, el salto es de unos 5 metros, pero puede evitarse con cuerda por la izquierda, haciendo un rapel desde la misma piedra de donde hacemos el salto.

Después de algunos resaltes y toboganes, podemos pasárnoslo genial con el gran tobogán de 8 metros, que puede dar algo de miedo a quién visita Llech por primera vez. Desde la misma marmita en la base del tobogán, tenemos dos opciones, a la derecha, un pasamano nos saca del activo, y nos permite hacer un rapel en seco, de unos 15 metros.
La opción más divertida pero, si el caudal es adecuado, es equipar la cabecera izquierda por el activo y dejar intencionadamente la cuerda corta para que se nos acabe a medio rápel y caigamos al agua. Los más atrevidos saltan haciendo tobogán, pero eso ya son otras historias.

Seguimos el río y enseguida encontraremos un pasamanos, con la piedra muy "sobada", así que tendremos que estar atentos a no dejar ni las rodillas ni los dientes en un patinazo. Este pasamano nos lleva a un saliente rocoso, desde donde podemos hacer un salto de unos 10 mts, o seguir el pasamano y con otro pasamanos salir un trocito por debajo de la cabeza de la roca y saltar unos 8 mts. Alternativamente también quien no sea fan de los saltos, puede seguir por el pasamano hasta cruzar al otro lado del saliente y bajar al charco de la base del salto.

A continuación, otro tobogán, no corto, pues las reseñas apuntan a unos 7 metros continuando por algunos resaltes, un pequeño tobogán y el barranco se desinfla momentáneamente, pasando un pequeño caos de rocas, y entrando de nuevo en un pasillo donde hemos de tener cuidado, pues después de girar a la derecha encontraremos lo que parece un evidente tobogán, pero que esconde el famoso rompe-tibias, habitualmente señalizado con pintura en la pared de la derecha.
Aquí tenemos que destrepar por fuera del agua, evitando lo que a priori parecería la manera más sencilla de bajar.

Pronto encontraremos una piedra que debemos trepar, y caminando con cuidado hasta la punta, un salto de unos 5 metros, y luego otro bloque empotrado con otro pequeño salto.

Después de esto, viene el que quizás es el tramo más interesante del barranco, una garganta en la que entramos por el tobogán de la lavadora, donde debemos quitarnos todo el material que llevamos a la derecha del arnés, protegerse el codo derecho y mirar con la cabeza a la izquierda, pues el tobogán hace curva a la izquierda y nos podríamos dar algún golpe.

Alternativamente sin embargo, hay un pasamanos a la derecha que nos permite esquivarla.

Tras la lavadora, un pequeño tobogán, o salto de 5 metros sobre el bloque a la izquierda, nos acompañan hasta una nueva sorpresa, el mejor de los toboganes del Llech, la lanzadera, un tobogán de unos 11 metros del que solo vemos los primeros metros, y que se corta en seco bueno y lanzándonos al vacío desde unos 5 metros.

Si alguien del grupo no se ve capaz, un pasamano algo incómodo por la izquierda nos ayuda a superar este obstáculo.

Después de la lanzadera, un ancho tobogán en forma de S nos permite tirarnos en grupo, con el caudal adecuado resulta bastante divertido y nos deja ante la cabecera del último rápel.

Unos 15 metros de rapel muy bonito, sobre todo si podemos hacerlo por el activo, y el caudal de agua es importante.

De aquí, nos quedan tres obstáculos más, toboganes o saltos hasta el final del barranco.

A reseñar que resulta divertido, en el último salto, ponernos a la izquierda del activo, y cruzarlo corriendo en perpendicular, intentar correr por la pared de la derecha del río y dejarnos caer al agua.

En la base de este ya encontraremos el camino que sale a la izquierda. Podríamos continuar unos metros más abajo, pero consideramos que no aporta nada más que un extra de desnivel en el retorno.

Cartografía

Si lo que interesa es hacer el descenso de este barranco por tu cuenta, te recomendamos llevar contigo el mapa de la zona.
2349ET Masif du Canigou - 1:25.000 (IGN Francés)